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DE PROFESIÓN “MAMÁ”
SER PADRE ES COSA DE HOMBRES
Un vínculo es la unión o ligazón que existe entre una persona y otra. En ningún vínculo el contenido está dado de por si, se construye a través de actos, palabras, gestos, actitudes. En la relación que tiene un padre con un hijo, el padre es un creador. Esto hace único a ese vínculo porque, en ningún otro, una persona debe crear a otra para que el lazo sea posible. Todas las otras relaciones que podamos enunciar se dan entre personas que ya existen y a quienes la vida pone en contacto.
Pero, para que haya un hijo ( y una relación padre-hijo) es necesario crear a ese ser. Engendrarlo.
En el caso del padre, responsabilidad y conciencia se hermanan. Los padres somos responsables de la creación de una vida, somos responsables de nuestras acciones para preservarla, para enriquecerla, para dotarla de valores, para guiarla en la experiencia del amor, del conocimiento, de la creatividad, de la solidaridad, de la compasión, de la empatía. Todo esto es lo que la responsabilidad trae a nuestra experiencia como hombres y como padres.
La responsabilidad es de por vida, y excede a la paternidad. Porque de cómo nos comportemos en el mundo, en nuestros vínculos sociales, familiares, de trabajo, de los valores que prioricemos y pongamos en acción, dependerán las guías, las orientaciones y los modelos éticos que transmitamos a nuestros hijos.
Un PADRE RESPONSABLE es quién podrá equivocarse o acertar (eso siempre se sabe después, por lo tanto es relativo), pero lo hará con un amor manifiesto, declarado y demostrado. La responsabilidad así ejercida genera respeto (no lo impone, sino que lo convoca). Y el respeto da autoridad, un padre con autoridad es lo opuesto a un padre autoritario.
El autoritarismo reemplaza a la responsabilidad. La autoridad, en cambio, es hija de ésta.
Para que la paternidad pueda navegar guiada por el timón de la responsabilidad tiene que ser ejercida con presencia. Poniendo el cuerpo, la palabra , el corazón, la mente en el ejercicio. Paternidad se escribe con “P” de presencia, física y, sobre todo y ante todo, emocional. En el nacimiento de un hijo se inicia un viaje sin fin. Habrá muchas estaciones, muchos paisajes, muchos climas..., y en cada uno de ellos sucederá algo que no había ocurrido antes. No estamos obligados a saber cómo ni a acertar siempre, pero si, tenemos la responsabilidad de ofrecer respuestas ante lo que surja de nuestras acciones.
Para los hombres, tener un hijo es un momento de conexión y asunción de nuestra responsabilidad. De conectarnos con ella o de confirmarla, de hacernos preguntas y explorar respuestas en torno de este valor. Pero, por sobre todo es, una maravillosa oportunidad.
EL VINCULO AFECTIVO ENTRE LA MADRE Y EL HIJO
por Guadalupe Trueba
"Durante los primeros seis meses de vida, el bebé tiene los rudimentos de un lenguaje
de amor. Es el lenguaje del abrazo, de la mirada, de la sonrisa, de las comunicaciones
de placer y molestia. Este es el vocabulario amoroso antes de que se pueda hablar de amor.
Dieciocho años más tarde, cuando se enamora por vez primera, cortejará a su pareja
a través del lenguaje de los ojos, de la sonrisa, de la expresión de su amor y el goce
del abrazo. En estas declaraciones de amor usará frases como "Cuando por primera vez
nos abrazamos" y, naturalmente, creerá que recién ha inventado esta canción de amor.
El lenguaje rudimentario del amor en el bebé es innato. Está ahí, programado, pero debe ser despertado por su madre. Las manifestaciones de amor que la madre tiene para con su bebé deben ser iniciadas lo antes posible, desde el momento mismo en que nace.
La necesidad del bebé de recibir atención amorosa por parte de sus padres tiene un origen biológico . La mera supervivencia no hace a nadie un ser humano completo. El lactante necesita la estimulación del amor a través de los sentidos: tacto, vista, oído.
"Después del nacimiento la madre y el niño son todavía una unidad psicológica y una estrecha
relación entre ellos es tan importante para el desarrollo, como lo fue la más primitiva conexión con
el feto; pero nuestra cultura ha perjudicado la naturaleza instintiva de la mujer. La madre debe tener la certeza de que su cariño es biológicamente necesario para el desarrollo del bebé."
Tres circunstancias afectan básicamente la manera como se inicie la relación afectivamente la madre con su bebé y que comienza mucho antes del nacimiento:
1° Durante el embarazo.- Aún antes de conocerlo, la embarazada se imagina y fantasea con el hijo por nacer. El nacimiento obliga a la madre a comparar entre el bebé real que ha nacido y el de sus sueños, fantasías y expectativas. Si la realidad y las expectativas son congruentes, el apego o vínculo afectivo se inicia muy pronto después del nacimiento. Si en cambio, realidad y expectativas son diferentes, la madre primero tiene que resolver la pérdida de sus fantasías y expectativas.
2° Durante el parto.- La manera como se desarrolla el evento del nacimiento y la experiencia gratificante o no de esta experiencia para la mujer, puede interferir en el proceso del apego o vínculo materno-infantil. La sensación por parte de la mujer de haber tenido control sobre los acontecimientos durante el nacimiento, permite que inmediatamente después de que nace el hijo, entre verdaderamente en un estado de éxtasis y esto ayuda a la nueva madre a sentir confianza en su capacidad de crianza para con el hijo y la relación afectiva se inicia con mayor facilidad. Si en cambio, el evento del nacimiento no cubre sus expectativas y lo vive como un proceso violento y dramático en el que ella es un mero objeto del cuidado médico-hospitalario, en el que adicionalmente se le separa del hijo sin permitir un contacto temprano y prolongado, el apego se inicia tardíamente.
3° Durante el postparto.- Los investigadores Klaus y Kennel han demostrado que inmediatamente después de nacido, el bebé tiene un período muy sensible de alerta que dura aproximadamente una hora y que permite iniciar el vínculo afectivo temprano con su madre. Si se cuenta con una madre alerta y despierta a la que se le permite sostener a su bebé en los brazos para darle la bienvenida, acariciarlo y manifestarle su amor, se aprovecha este período de sensibilidad inicial para el establecimiento de este fundamental requisito en la relación madre-hijo: el apego. Este período sensible puede verse como el período de consolidación de la conducta maternal.
La interacción entre la madre y el hijo inmediatamente después del nacimiento no es solo satisfactoria para ambos, sino que también es fisiológicamente necesaria.
Los investigadores han descubierto que la visión del recién nacido desencadena el mismo repertorio de comportamientos afectivos en el padre que en la madre: también el padre hace ruiditos, contempla a su hijo y le habla y sonríe con naturalidad. Si se le da oportunidad, el hombre puede ser tan "maternal" como la mujer, protector, generoso, estimulante, receptivo a las necesidades de su hijo y cuidadoso.
GUADALUPE TRUEBA, LCCE, FACCE, CD (Dona)
Guadalupe Trueba es educadora perinatal certificada por Lamaze International, Miembro del Consejo de Educación de Lamaze International, Doula certificada por DONA, Coordinadora de la Especialidad en Educación Perinatal de la Universidad Anáhuac en la Ciudad de México y ha dedicado más de 25 años de su vida profesional en la salud integral de las mujeres y sus familias.
Sofía nació prematuramente
Cuando nos enteramos que estaba embarazada no podíamos creerlo, nos pusimos muy felices, ya que habíamos esperado a Sofi durante 6 meses.
El embarazo fue hermoso, no tuve náuseas, vómitos, nada... lo único fue hipertensión, y por ese motivo Sofía nació prematura, de 34 semanas de gestación y de 1, 600 Kg. de peso, el 29 de Abril a las 15 hs., por cesárea.
Se la llevaron a la Clínica del niño y ahí quedó internada por 40 días en terapia intensiva Neonatal. Estuvo con respirador 10 días, parecía que no sobreviviría, porque pasó por muchas cosas malas, pero la gorda tiene la fuerza de un león y salió adelante.
No sé porque Dios me puso en el camino esta piedra tan pesada pero me recompensó poniéndome a Silvia, porque un día ordenando papeles encontré un folleto suyo, la llamé y en esa semana comencé con Sofi la experiencia del masaje; y a partir de allí cambiaron muchos aspectos de la vida de la Gordita.
Sofía no quería que le tocaran los pies y me contó que es muy común en los bebés que estuvieron internados porque, en ese lugar, cada vez que se los toca les provocaban dolor al tener que pincharlos, también lloraba mucho cuando la bañaba.
Pero todo esto ya es historia porque ahora se deja tocar los pies y le encanta bañarse, todo esto y más fue logrado con los masajes y el acompañamiento que me dio Silvia.
Sofi es una nena hermosa, saludable, feliz y es el sol que ilumina nuestras vidas.
Adriana. Mamá de Sofía
SER MAMÁ DE UN BEBE PREMATURO
Por Lorena Occhi
"Me pidieron que cuente como fue mi experiencia de ser mama de un bebe prematuro.... y la verdad es que no es fácil, no solo escribirlo, sino, serlo...
Viky nació de 30 semanas de gestación, con 1,100 grs a raíz de una complicación del embarazo que se llama Preeclampsia Grave (no se si se escribe así). Me internaron de urgencia con un malestar raro... y enseguida comenzaron los monitoreos, y corticoides para madurar los pulmones de mi bebé, empecé a asustarme, a angustiarme. El equipo de médicos, enfermeros y la partera se comportaron con tranquilidad y naturalidad, actitud que me ayudo mucho, y el neonatólogo que presencio el ultimo doppler y me contó que allí se ve el flujo de sangre /aire y tantas otras cosas que yo no entendí, pero que tampoco me animé a preguntar, lo único que quería era que mi bebe estuviera bien. Viky nació el jueves a las 19:30, por cesárea , apenas se escuchaba su llanto al nacer, el anestesista me dijo " ya podes mirar" pero no me animé, hoy me arrepiento, el neonatólogo me la trajo y me dijo: - " háblele", y yo no pude hacerlo... ESTABA ATERRADA!!!! Y hay que hacerlo!!!, es importante para el bebé, me lo habían explicado, pero yo, en ese momento la veía “azul”, diminuta... tenía PANICO... no sabia si iba a sobrevivir... y allá se fue mi bebé, a
Me pidieron que le mandara leche o calostro o que me sacara algo para alimentarla por sonda, que era importante, lo cual me generaba mucha presión!!!!, no era como lo había imaginado, no era dar de mamar a mi beba. Por suerte me trajeron una maquina que succiona (un sacaleche eléctrico) y ahí fue saliendo algo... y de a mililitros se lo fui llevando a
Podíamos ir de
Verse obligado a completar el maravilloso proceso del embarazo en una incubadora, poner a tu hijo en manos de los médicos, confiar en que seguirá el embarazo fuera de tu panza, y no tener nada que hacer, no poder conectarse, cuidarlo, hablarle...
Y así fueron transcurriendo los días subsiguientes, Viky evolucionaba bien, con muchos cañitos, censores, vía para medicación, sonda, pero cada día mejor, a los 17 días la pasaron de la cajita de urgencias, (le sacaron algunos cablecitos, solo le dejaron con la sonda para el alimento) y la pasaron a incubadora común. Así eran todos los días, esperábamos que llegaran las 10 para ir a verla, entrábamos con miedo y ansiedad, escuchábamos atentos el parte médico, queríamos saber si había aumentado de peso, si le habían hecho algún otro estudio, no sabíamos si tocarla ó no, si despertarla ó no, algunos días le llevábamos música, pero no sabíamos que hacer, no queríamos alterarla, molestarla. Las preguntas eran infinitas y poquísimas las respuestas. Volvíamos a la tarde, ya con menos ansiedad pero muy expectantes, y al irnos nos llevábamos sólo el dolor por volver a casa sin ella, pero, como en una “competencia”, era un día ganado!! un día menos adentro....
Pasamos muchas cosas en ese ámbito, no nos hicimos amigos de otros papás de los bebes que también estaban internados con distintas dificultades, pero sí nos unió el dolor, nos acompañamos, lloramos juntos cuando algo salía mal, y también de felicidad cuando alguno se iba a casa. La mamá de Emma, compañera de Neo de Viky, al irse, me regalo una estampita de la virgen para que siga cuidando a mi hija como cuido a la suya.
Toda nuestra vida giraba en torno a Viky, en casa las visitas o llamados en “vacío”, que agradezco, pero no era un nacimiento común. Cuando nace un bebé los amigos y familiares llaman y van a conocerlo, en nuestro caso mi bebé no se podía ver y yo tampoco quería ver a nadie, ni hablar con nadie, tampoco ir a ningún lado sin mi hija.
Una mañana al llegar me encuentro en el ascensor con la mamá de Tomasito (otro compañero de Viky de neo, estaba de un lado Emma y del otro él que nació 2 hs después que Viky) y me dice:- " no sabes como toma la mamadera tu hija!!)”, el ascensor no llegaba mas!!!! y si, se había sacado la sonda 5 veces en la noche, y así fue como la, la enfermera, intentó darle mamadera y tomó, a partir de allí traer la ropita, salir a conseguir ropa para un bebé de 1,700kg de peso . Y recién ahí me empecé a sentir una mamá, sentía que empezaba a ejercer el rol, iba a darle la mamadera cada 3 horas, porque creo que no mencioné que nunca le pude dar el pecho porque me dijeron que al succionar podía bajar de peso, “es mucho trabajo para un bebé tan chiquito”... Me saqué leche todo el tiempo que ella estuvo internada y la iba frisando, guardándola hasta que ella pudiera tomarla, y así también seguía estimulándome para que no se me corte con la esperanza de poder darle de mamar mas adelante, pero cuado llego a casa ya casi no me podía sacar, ya no tenía más leche, por eso sólo tomó los primeros días por sonda, después le dieron leche de prematuros, de fórmula como se llama, y que, según dicen, engorda más rápido. Después en casa se la fui dando pero fue poco tiempo.
A la semana de mamaderas con éxito y ver que yo me manejaba bien con la bebé, el viernes 6 de Octubre a las 10.00 de la mañana nos fuimos a casa con un montón de recomendaciones: aislamiento domiciliario, no visitas, no salidas, alimentación cada 3 horas, y y y... llegamos a casa contentos , pero yo particularmente aterrada, insegura, a cumplir con todos los mandatos, a hacer lo que se esperaba de mi, y el lunes se la llevé al médico para que la viera porque tenia “pánico”, no dormía por mirarla, que respire bien, que no se ahogue, que viva. Ir a casa fue como atravesar un nuevo nacimiento, tener a alguien tan chiquito, tan completo, tan frágil, tan indefenso.
Y así, día a día Viky fue creciendo, íbamos a los controles, yo vivía muy insegura, nunca sabía si estaba haciendo las cosas bien. La verdad es que mi hija fue mucha responsabilidad y poco disfrute...
Así llegamos casi a los 6 meses de Viky, cuando , mi hermana me comento que había ido a un taller de una señora que daba cursos de masaje infantil a los padres y me recomendó que lo hiciera. Me conecte con Silvia, comenzó a venir a casa. La verdad es que fue una intervención en nuestra familia increíble, irreemplazable, no era lo que nos imaginábamos, era mucho mas que una persona que viene y te enseña a hacerle masajes a tu hija, te enseña que es una forma de lenguaje , recuerdo que una de las primeras cosas que nos dijo fue algo así como " las heridas pueden sanarse, siempre queda una marca, pero se pueden sanar", creo que con eso ella quiso transmitirnos que con el masaje podríamos recuperar algo de lo que no vivimos con Viky.. el no darle el pecho, no haber tenido contacto corporal con ella hasta el día 36 de vida. El hecho de tener un bebe que fue tocado, invadido por muchas manos y casi siempre para hacerle doler, el masaje nos enseño a transmitirle a Viky que cuando es tocada, puede serlo con amor, con placer, puede ser para comunicarnos, para conectarnos.
A la bebé también le sirvió de mucho estimulo "motriz" y a nosotros nos posicionó como padres de otra forma, nos sentimos más seguros, entendimos que nuestra hija no era tan frágil y que podíamos tocarla para trasmitirle nuestro amor, pudimos tomar contacto real con ella. Hay muchas cosas que no puedo explicar con palabras, que las sentimos y las siento día a día cuando utilizo el masaje como un recurso, como una forma más de comunicarme con mi hija, de llegar a ella... nada de querer calmarla o relajarla solamente, algo de eso hay si... pero el masaje es mucho más que eso...
Aprendimos a escuchar su llanto sintiéndonos bien de que lo haga con nosotros , a disfrutar de su cuerpo, de cada uno de sus logros, (a la semana se ponía y sacaba el chupete sola y se dejaba acariciar los pies, cosa que nunca había permitido), y aprendimos a mirarnos, a conectarnos profundamente.
Pudimos "sacar" emociones, "hablar" de cosas que duelen y, también de logros y momentos de alegría. La llegada de
Lo que hemos logrado con la bebé es único, lo que el masaje a logrado en mi como mamá, en nosotros como familia, no lo vamos a olvidar nunca. Durante el curso nos hemos sentido cómodos, con confianza de decir, de hacer, sin miedos... Aprendí que nadie mejor que yo para ser la mamá de Viky.
Ya le hablé de todo esto en el diario que le escribo, alguna vez se lo contaré...
Mi hija sigue creciendo y, lo más importante, SIEMPRE SE RIE!!!!
CUANDO NACE UN BEBE CON CAPACIDADES DIFERENTES ¿PORQUÉ EL MASAJE INFANTIL SE TRANSFORMA EN UNA HERRAMIENTA FUNDAMENAL?
Cuando un niño fue deseado y soñado durante la gestación, muchas veces trae consigo la “misión” de llenar los espacios vacíos de la historia de sus padres, viene a reparar y compensar el pasado. ¿Cómo se afrontan las fantasías desbastadas y el choque emocional que sobreviene cuando el hijo real no resulta el hijo soñado?.
No es fácil. Hay quienes pueden hacerlo y conectarse intensa y afectivamente con su bebé. Hay quienes, a pesar de sus esfuerzos, se encuentran tan inmersos en la frustración, y el dolor que no pueden reconocerse en él. Entonces el niño afronta un doble problema, su dificultad real y el caos emocional que deviene luego de su nacimiento.
¿En qué mirada podrá reflejarse para crecer con salud?.
En los primeros momentos, luego de producido el nacimiento, los padres generalmente quedan presos de los sentimientos de rechazo, culpa, vergüenza, dolor e incertidumbre. No resulta fácil superar esto hasta pasado cierto tiempo y, justamente, este período es crucial en el desarrollo del niño; el Masaje Infantil influye positivamente en la aceptación por parte de los padres, quienes de ese modo se vuelven más estimulantes para su hijo.
El Masaje Infantil jerarquiza la reconstrucción del vínculo madre-hijo. Tanto el niño como los padres presentan alteraciones vinculares generadas por la discapacidad, motivo por el cual el Masaje Infantil tiende a incrementar el ejercicio de la función materna y aumenta la
capacidad de registro de esta función por parte del niño, mediante acciones vinculares materno-filiales conducentes a ese fin. A partir de la aceptación de la realidad, aparece la posibilidad de la toma de conciencia para poder, desde allí, aceptar tiempos diferentes y modalidades de adaptación que no se adecuan exactamente a las previstas por la sociedad.
El punto de partida para reflexionar sobre esto podría ser pensar que las mismas necesidades de amar, crecer, compartir, odiar y proyectar que tiene cada individuo, son también condiciones de vida de las personas discapacitadas.
Masaje Infantil y Cólicos del Lactante
Los cólicos, definido como el espasmo o contracción dolorosa del intestino, han sido una terrible pesadilla para muchos padres, pediatras y gastroenterólogos infantiles, por su difícil manejo y por generar gran angustia. Aparecen desde la segunda semana de vida hasta los 4 meses de edad, lapso durante el cual el bebé manifiesta dolor y llanto que dura varias horas seguidas, expulsión de gases, flexión de piernas a abdomen, ocurriendo frecuentemente en horas de la tarde o al anochecer y nada parece aliviarlo. Este problema crea gran ansiedad en el entorno familiar: padre, madre, abuelos, por lo que lo cargan, lo mecen, le dan de comer, aunque esto generalmente empeora el cólico, y terminan llorando la madre y el bebé. El Masaje Infantil se presenta como una herramienta para el manejo del cólico, de los gases y del estreñimiento; no es una forma de tratamiento, pero les aseguro que la práctica constante les ayudará a superarlos. Durante un curso de Masaje Infantil se aprende la técnica de masajear al bebé, así como técnicas especiales que ayudan a prevenir los cólicos, gases y el estreñimiento. La práctica de esta técnica para los cólicos los gases y el estreñimiento debe ser constante para ser efectiva, por lo que se debe practicar dos veces al día, pudiendo ser, luego del baño, o del cambio de pañal. Actualmente, centros como el Instituto para la Investigación del tacto, ubicados en Miami y Filadelfia trabajan con más de 40 científicos, con el objetivo de demostrar los efectos del contacto sobre la salud. Investigadores como Hernandez-Reif,M y Field T, realizan trabajos donde demuestran la reducción del cólico por terapia de masaje. Gracias a estos trabajos se ha comprobado que durante el masaje se secretan sustancias conocidas como endorfinas, que causan un efecto relajante y antidepresivo tanto para el masajeador como para el masajeado. Además, durante el masaje infantil se reduce significativamente, los niveles de Cortisol (hormona del estrés), muy elevados en padres ansiosos, padres primerizos, madres con depresión posparto y bebés con cólicos. De esta manera el masaje infantil les ofrece un cambio de actitud ante esta situación, permitiendo relajarse como respuesta al tacto. El masaje Infantil les da a los padres un grado muy superior de seguridad y confianza mutua. |